¿Combatiendo la depresión? Patricia Segovia Téllez

Patricia Segovia Téllez

Comienza 2025 y tal vez porque escribo esto un día después de la fecha que se decretó como contra la lucha a la depresión, me siento así.

¿Será depresión o simplemente que la realidad, es?

Para empezar el año, traía muy buen ánimo. Escuché una noticia de que iba a haber una inversión para Acapulco de ocho mil millones de pesos. Por supuesto que ver esa cifra,  puso una enorme sonrisa en mi cara. Esa cantidad, solo la veré en tinta, jamás en mi banco, billetera o debajo del colchón, pero ¿Será suficiente para: ¿Hacer eficiente la  distribución de agua, luminarias, equipos de seguridad? ¿Para equipar a los bomberos? ¿Para tener  caminos dignos, transitables? También se informó   que “grandes empresarios” vendrán a invertir a nuestro puerto.

Dejando de lado que sea suficiente o no esa “lanita” ¿Quién me asegura que efectivamente podremos contar con ella? Y como dicen; no es que tenga motivos para dudar, pero tampoco para creer. Como lo dijo la misma presidentA Sheinbaum, ella está al frente, “para continuar lo que no terminó su antecesor” y el señor, jamás cumplió un solo compromiso.

El tema de los 43, los mineros de “Chapa de Conchos”, la refinería que tiene menos gasolina que mi auto, la farmaciotototototota, la salud como Dinamarca, el “Tren Maya” sin tirar un árbol, los “exitosos AIFA y Mexicana de aviación, el terminar con el “huachicol” y la gasolina en 10, pesos, sin contar que no solo no se terminó con la corrupción y el nepotismo y su estrategia de “abrazos, no balazos”, fue criminal con ciento noventa y nueve mil seiscientos diecinueve asesinados. Claro, el gobernador Durazo, quien fue jefe de seguridad pública dirá que el 97.2% de ellos, “se lo buscaron”. Si fue así, terrible, si no, también o tal vez, peor.

Hubo un momento que dije “Patricia, ¡No seas tan pesimista!”    (Por supuesto que hablo sola. Soy muy interesante, aunque a veces, no me entiendo. Me hago reír y otras, casi llorar) tenle confianza a la presidentA. Por lo menos, dale el beneficio de la duda.

El mes pasado, mi familia vino a pasar la Navidad a Acapulco. Mi “hermanita”, obvio, la más pequeña, tenía muchos años de no venir. Pasamos por las instalaciones de lo que fue “El Cici” y me comentó “¡Que bueno que están remodelando ese lugar donde pasé momentos inolvidables!” También expresó su tristeza al ver lo que en algún momento fue el “Centro de Convenciones”. Recordó la feria, la iluminación y lo comparó con lo  que es ahora, algo por decir lo menos “incomodo de ver”

El mismo día contra la depresión, en la zona donde alguna vez estuvo el “Hard Rock”, “El Planet”, “El Cici”, ahora estará un turístico, hermoso, esencial, único, necesario “Oxxo”. ¿Esa es la inversión que tanto anhelamos? ¿Eso es lo que vamos a recibir de los grandes inversionistas? Sí, estoy consciente que hablo como mi abuela, estoy en edad de serlo, pero de verdad, no puedo creer que terminen de destruir lo que era Acapulco, lo que le dio fama, lo que significaba, para no renacer, volver a crear, innovar en materia turística, para a cambio, tener tiendas de “Pan Bimbo” y cervezas.

No quiero parecer mal agradecida.  Sé que va a generar empleos. Tal vez 8. Debe ser que siempre espero más de lo que, al parecer, merezco.

Para “terminarla de acabar”, ya muchos están en pre, pre, pre, pre, campaña para la presidencia municipal, y la gubernatura. El que se “apunten”, no me molesta, por el contrario, me ha motivado a buscar sus “logros”, el trabajo que han hecho en sus diferentes puestos públicos y no hay nada, absolutamente nada que me motive a votar por alguno de ellos. Su postura, sus discursos. Su lealtad absoluta, pero a su partido y líder “¿moral?” su desprecio a el esfuerzo, el trabajo, la preparación, son terriblemente decepcionantes y los de oposición, no “cantan mal las rancheras”, es más, “algunos” fueron maestros de “canto” de los “transformadores”

Me encantaría regresar a esos tiempos en que hubo dos empresarios, más cercanos a la sociedad civil y menos a los partidos. No, no fueron perfectos, pero hicieron un buen trabajo; Zeferino Torreblanca y Luis Walton. ¿Tendrá la inteligencia la sociedad de apoyar a un buen perfil y no a cualquiera de su partido preferido?

Y, ahí viene Trump. Los incendios en “Los Ángeles” lugar qué, aunque no quieran, es prácticamente mexicano. Siguen en el poder; Maduro, Diaz Canel, Ortega, como para demostrarnos que lo nuestro, lo nuestro, lo nuestro,  en América latina, son las dictaduras, los gobiernos totalitarios.

Mala semana para evitar y/o combatir la depresión.