El XXXV Festival de Música Clásica en Acapulco fue un éxito rotundo. Del 6 al 9 de enero, la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad se convirtió en el escenario perfecto para que las nuevas generaciones de músicos mostraran su talento y pasión por la música clásica.
La inauguración estuvo a cargo del Coro de la Universidad Autónoma de Guerrero, dirigido por la maestra Martha Hilda Contreras y acompañado por el pianista Rodolfo Loredo Serrano. Su repertorio de villancicos fue el punto de partida perfecto para una celebración llena de música y arte.
El martes 7, los jóvenes músicos Fabián Rangel y Diego Cortés, integrantes de la Filarmónica de Acapulco, ofrecieron un recital de música clásica de violín y viola que dejó a todos sin aliento. Su talento y dedicación fueron evidentes en cada nota que interpretaron.
El miércoles 8, el joven pianista Gustavo Adolfo Edmundo Jauregui Castro, egresado del INBA, presentó un majestuoso recital de obras de grandes maestros de los siglos XVII, XVIII y XIX. Su habilidad y sensibilidad al piano fueron verdaderamente impresionantes.
Finalmente, el barítono Fausto Peral Balcázar cerró el festival con un gran recital lírico con su voz poderosa y emotiva interpretó obras de grandes maestros mexicanos, dejando a todos los presentes con una experiencia inolvidable. Así como se disfrutó del recital de Saxofón por la saxofonista Azucena Vélez González.
El XXXV Festival de Música Clásica en Acapulco fue un evento que promovió y difundió el quehacer artístico cultural de las nuevas generaciones de músicos, y que llevó el arte de la música clásica a diferentes segmentos sociales de la población del puerto de Acapulco. ¡Fue un verdadero éxito!