Aleida Alarcón
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La estrategia de seguridad del reciente gobierno federal está creando narrativas sobre la coordinación de las instituciones encargadas de mantener la violencia criminal a la baja; con la Guardia Nacional bajo el mando de la DEFENSA (antes Secretaría de la Defensa) la Secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana está encargándose del trabajo de inteligencia y llevando ese grupo (Defensa, Marina, GN y FGR) que va procesando los datos para que se conviertan en temas judicializados.
Ese grupo de Estado Mayor Conjunto debe de verse bajo el perfil civil, debido al fortalecimiento que Omar García Harfuch hará con las 32 instituciones de seguridad pública locales y la capacitación de estas, a efecto de replicar este tipo de trabajos; ya que “sean confiables” y cubran la estandarización de las baterías de evaluación sobre su permanencia en el activo.
¿Qué viene para las secretarías de cada entidad federativa?, la Ley cambia y las instituciones tienen que regularse a ellas, pero en el tema de seguridad ahora la misma institución federal (SSPyPC) se esta organizando con sus facultades y su propia orgánica para hacer esos trabajos que el titular tiene de probidad con lo realizado en la Ciudad de México.
La Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero, también deberá hacer lo suyo, porque desde el 2011 no ha cambiado en su reglamento interior, sigue rigiéndose por instrumentos jurídicos que se estructuraron cuando el hoy secretario de seguridad federal recorría territorio estatal, haciendo trabajos de inteligencia para bajar la criminalidad de los grupos del narcotráfico.
Las policías de Guerrero están capacitadas, pero deben de especializarse y armonizarse al trabajo de la federación, por que, para que los trabajos den resultados, debe reinar la “confianza” entre las instituciones de ese gran Estado Mayor Conjunto y también así de las propias policías; la estatal con las municipales y viceversa, así también de los marinos con los soldados y la Guardia Nacional, la gran estrella del último gobierno saliente y el actual tiene que, porque están siendo más en número presencialmente y a la vista de la sociedad, su perfil debe actualizarse porque son los encargados de atender la agenda de riesgo civil.
Entonces son ellos los que serán la punta de lanza de la coordinación que dé esos resultados para bajar la violencia criminal en los territorios, también así, los que atiendan a la ciudadanía.
Les falta capacitación para el protocolo de atención ciudadana y que su servicio sea estandarizado para el proceso de profesionalización que tiene, aunque estén bajo el mando de los militares su visión de servicio, civil, sea el resultado de esa tarea permanente, tiempo al tiempo para recibir los resultados que esta estrategia está generando…