¿Debo Salirme de Acapulco? | Editorial

Si algo está en el ambiente y se percibe entre la gente de Acapulco, en todos los niveles y actividades, es ¿Qué tanto es conveniente seguir viviendo en Acapulco? ante la serie de afectaciones naturales que se han vivido, a lo que se suma el sentimiento de vulnerabilidad por la ola de inseguridad y la fuerte contracción económica, principalmente al estar estancada la actividad turística, motor financiero del puerto.

De acuerdo a ciertas cifras que se han manejado, después del Otis alrededor de 180 mil residentes de Acapulco se fueron de aquí, por la urgencia de empleo y un sitio seguro donde pasar los difíciles días de “recuperación”, se calcula que sólo regresaron un 40% de quienes emigraron.

Ahora, ante los daños de John, que recrudecieron las afectaciones sin atender de Otis, se ha extendido la percepción de que muchos de los pobladores del municipio están entre dispuestos y buscando alternativas de dónde vivir o llevarse a sus familias, si es que se requiere que continúen en Acapulco por cuestiones laborales.

La pregunta es válida de si debe uno de salir o no de Acapulco, y se respeta a quienes opten por salir. Así como también respetar y apoyar a quienes decidan mejor quedarse, por amor al puerto o porque simplemente no tienen las condiciones para irse a otras ciudades.

Para quienes han asumido mejor quedarse, sino quieren ir perdiendo la poca zona de confort que puedan tener, deben buscar la manera de ser más participativos en cuanto a crear ciudadanía. Porque la exigencia de que las autoridades en todos sus niveles tienen la responsabilidad de brindar paz, seguridad y desarrollo económico y social a la sociedad, debe escucharse fuerte, o de lo contrario, tarde que temprano se sumarán a los que buscan mejores oportunidades en otras partes.

Es un enorme reto… ojalá estemos al nivel de lo que se requiere