El debate y la reforma | Propuestas y Soluciones

Jorge Laurel González

A mi no vengan con eso de que la ley es la ley.

Andrés Manuel López Obrador (1953 – ) Presidente de México 2018-1024.

El escenario político de Estados Unidos ha dado un giro inesperado en los últimos meses, con la actual vicepresidenta Kamala Harris superando al expresidente Donald Trump en varias encuestas en los estados péndulo clave para las elecciones de 2024. Entre estos estados, uno de los más notables es Florida, históricamente un bastión impredecible con un alto número de votantes latinos. Harris ha logrado obtener una ventaja considerable entre este electorado, lo que marca un cambio significativo en la dinámica política de un estado que fue crucial en la victoria de Trump en 2016 y que él mantuvo en 2020.

La creciente popularidad de Kamala Harris entre los latinos de Florida puede atribuirse a varios factores. En primer lugar, su enfoque en la inclusión y su retórica a favor de las comunidades inmigrantes ha resonado de manera especial en este grupo demográfico. Además, las políticas restrictivas de inmigración implementadas por la administración de Trump siguen siendo un tema divisivo, alienando a algunos votantes latinos que antes apoyaron su candidatura. Asimismo, la postura de Harris en temas de justicia social, derechos laborales y acceso a la salud pública ha reforzado su conexión con las comunidades que históricamente han sido marginadas.

En este contexto, el reciente debate entre Kamala Harris y Donald Trump se convirtió en un punto clave de la contienda. Desde el inicio del evento, Harris sorprendió a muchos al acercarse a Trump y saludarlo de mano, un gesto que generó múltiples reacciones. Este acto de cortesía, aunque simple en apariencia, se interpretó como una señal de confianza y control, proyectando una imagen de seguridad y liderazgo. En contraste, la actitud más reservada de Trump durante el saludo destacó las diferencias de estilo entre ambos candidatos, lo que llevó a algunos analistas a afirmar que Harris había comenzado el debate con una ventaja simbólica.

A lo largo del debate, Harris demostró ser una interlocutora firme y preparada, superando a Trump en varios de los temas discutidos. Uno de los momentos más notables ocurrió durante el intercambio sobre la gestión de la pandemia de COVID-19. Harris recordó a la audiencia los errores de la administración de Trump en el manejo de la crisis sanitaria, subrayando los más de 400,000 muertos que dejó el virus en el país durante su presidencia. Mientras Trump intentaba defender su respuesta inicial, Harris utilizó datos concretos y testimonios de expertos para rebatir sus argumentos, lo que consolidó su posición como una candidata informada y con una clara visión de futuro.

Otro tema donde Harris sobresalió fue el de los derechos de las mujeres y la igualdad racial. Mientras Trump intentaba retomar sus puntos habituales sobre el “orden y la ley”, Harris se enfocó en la necesidad de reformar el sistema de justicia penal y destacó las protestas por la igualdad racial que marcaron su vicepresidencia. Habló con pasión sobre la importancia de garantizar los derechos reproductivos de las mujeres y el acceso a la educación y la salud para las comunidades más desfavorecidas, conectando con un electorado que ha mostrado creciente preocupación por estos temas.

En el análisis posterior al debate, varios medios y comentaristas destacaron el “triunfo” de Kamala Harris en términos de argumentos y control del escenario. Aunque Trump mantuvo su retórica combativa y sus ataques habituales, Harris evitó caer en las provocaciones y centró su discurso en la presentación de propuestas concretas y en defender los logros de la actual administración. Su capacidad para mantenerse calmada, pero contundente, fue vista como una señal de su preparación para asumir mayores responsabilidades de liderazgo, lo que podría influir aún más en los votantes indecisos de los estados péndulo.

Este triunfo en el debate, combinado con su creciente apoyo en lugares clave como Florida, podría ser decisivo en las elecciones de 2024. Con un electorado latino cada vez más involucrado en el proceso político y un mapa electoral en constante cambio, Harris parece estar posicionándose como una candidata fuerte que podría consolidar una coalición diversa de votantes, desde jóvenes hasta minorías étnicas, que buscan una nueva dirección para el país. Si esta tendencia se mantiene, Harris podría estar en camino de redefinir el futuro político de Estados Unidos.

En México, la reciente aprobación de una reforma judicial en el Senado ha generado un cisma inédito entre dos de los poderes fundamentales de la unión: el Legislativo y el Judicial. Esta reforma, que busca modificar aspectos clave en la estructura y el funcionamiento del Poder Judicial, ha sido ampliamente cuestionada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), encabezada por la ministra Norma Piña, quien ha calificado la medida de inconstitucional.                                                                                                La principal objeción de la SCJN radica en que algunos artículos de la reforma proponen cambios que podrían minar la independencia judicial, un principio fundamental para el equilibrio de poderes en cualquier democracia. Según los críticos, la nueva ley otorga al Ejecutivo una mayor influencia sobre el nombramiento de jueces y magistrados, lo que podría comprometer la imparcialidad del sistema judicial. Ante esto, la ministra Piña ha impulsado diversas acciones jurídicas para frenar la implementación de la reforma, apelando a que va en contra de la Constitución y vulnera la autonomía del Poder Judicial.

Este conflicto ha desencadenado una intensa batalla política, con partidarios de la reforma argumentando que es necesaria para modernizar y democratizar el sistema judicial, mientras que sus detractores la ven como una amenaza directa a la división de poderes. El Senado, controlado por la mayoría oficialista, ha defendido la legitimidad del proceso, alegando que se actuó conforme a las reglas constitucionales.

El enfrentamiento entre el Senado y la SCJN ha polarizado a la opinión pública y ha puesto en jaque la estabilidad institucional del país. Si bien los tribunales aún deben pronunciarse sobre la validez de las acciones presentadas por la ministra Piña, el futuro del sistema judicial mexicano pende de un hilo. Este cisma entre los dos poderes de la unión no solo podría tener consecuencias en la administración de justicia, sino también en la gobernabilidad y la credibilidad de las instituciones democráticas en su conjunto.

Recordemos (al parecer a veces se les olvida) que Solamente Juntos, Logramos Generar: Propuestas y Soluciones.

JLG