Por lo general las llamadas elecciones intermedias, en las que no se elige presidente de la república, tienden a ser menos participativas y parte de ello se debe a la cultura centralista que tiene el mexicano, al pensar que todo depende un solo hombre para cambiar, modificar, reformar una nación.
En los tiempos del mayor control del PRI en México las votaciones iban en una baja impresionante. La falta de confianza y los mecanismos para mantenerse en el poder, invitaban a la ciudadanía a mejor quedarse en su casa que salir a votar.
Con los desprendimientos partidistas, alianzas y creación de nuevos liderazgos como fue el de Cuauhtémoc Cárdenas en el PRD y Manuel Clouthier (Maquío) en el PAN en 1988 se da un vuelco en la participación ciudadana en tiempos de elecciones, hasta llegar al 2000 con Vicente Fox que encabeza la primera alternancia pacífica en el país al ganar la presidencia.
De ahí hay altas y bajas en la pérdida de confianza, en el ínter se va forjando la figura del ahora presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien después participar en los procesos electorales en los que Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto ganan las votaciones, en su tercera obtiene el triunfo de una manera arrolladora en 2018.
Sin embargo, ya en estas elecciones del 2 de junio del 2019, el desplome de asistencia a las urnas es significativo. Aquí los datos comparados con el total de inscritos en los padrones electorales:
Estados donde se eligió Gobernador:
Puebla: 33.4% participación (Alrededor del 17% del total del padrón votó por quien ganó la gubernatura)
Baja California: 29.63% de participación (apenas un 11% de los inscritos en el padrón definieron el triunfo a gobernador) Estados en los que se eligieron alcaldes y diputados locales:
Quintana Roo: 22% de participación
Durango: 44.8% de participación. Sin duda la entidad que se llevó la estrellita en asistencia a las urnas
Tamaulipas: 33% de participación
Aguascalientes: 38.9% de participación
Dos datos nos arrojan estas estadísticas:
1.-Los gobernadores electos de Puebla y Baja California serán legales, pero no legítimos, es decir no se puede permitir en una sociedad moderna que se tengan gobiernos que ganaron con porcentajes menores al 20% del padrón.
2.- Se deben establecer mecanismos que promuevan la obligatoriedad de asistir a las urnas a emitir o anular un voto, pero ya no dejar que la apatía, indiferencia o intimidación hagan que el abstencionismo gobierne.
EN CORTO.- LAS BOLETAS DEL 2021.- En las siguientes elecciones se estrenará una modalidad: el presidente de México apareceré en una boleta en lo que es un referéndum para ver si continúa o no en el poder. Se han realizado las reformas legislativas al respecto. Sin embargo, lo que más llama la atención es que será una especie de reelección, puesto que por primera vez un mandatario en funciones -no se contempla que renuncie durante el proceso electoral- estará fungiendo como presidente del país y a la vez candidato por lo que sin duda estará en campaña.