En las últimas fechas se han llevado a cabo las tradicionales graduaciones en los diferentes niveles académicos. Son ceremonias, en el caso de los egresados de una carrera profesional, plenas de éxito, esfuerzo, dedicación, aprendizaje y sobre todo la aspiración a poder incorporarse en el mundo económicamente activo, es decir conseguir un empleo y aplicar sus conocimientos con la mayor dedicación.
Algo debe quedar muy bien señalado, las instituciones educativas, privadas y oficiales, se aplicaron para que esta generación que ahora egresa pudiera salir lo mayor preparar posible, no obstante que vivieron lo más crudo de la pandemia y tuvieron que adaptarse a las innovaciones tecnológicas, con las que las universidades lograron que los programas escolares se cumplieran.
Ahora bien, si los alumnos, padres de familia y comunidad académica cumplió, es momento de voltear a ver la parte que le corresponde al sector oficial, y es que existan las condiciones para que los egresados puedan encontrar un empleo, que puedan disfrutar de una estabilidad que les permita desarrollarse personal y profesionalmente sin miedos ni temores, tanto para integrarse a alguna empresa, institución o gobierno, como para si lo decidieron así, crear una empresa, ser emprendedores que generen empleo y pago de impuestos.
El mayor de los deseos de quienes este ciclo terminaron su carrera y quieren trabajar, es encontrar un empleo o crear su empresa. Así que los gobiernos en sus diferentes niveles tienen que estar a la altura de lo que se requiere.