Autora: Cecilia Elizabeth Mosso Lomelí
Al oir su tierna voz
que parece tan risueña
genera armonía del cielo
que si lo escuchas te flecha.
Se acerca muy suavemente
cómo si fuera un ángel
ese niño inocente
pudiera ser un arcángel.
El jamás lo notará
que solo con su sonrisa
ha logrado que el señor
analice su empatía.
Y las lágrimas caerán
de manera inevitable
recordando que algún día
era un niño formidable.
Pero que al pasar el tiempo
su sonrisa se apagó
cómo si fuera una vela
que el viento la canceló.
Ahora vuelve a sonreír
porque ese niño es poesía
y dónde quiera que vaya
jamás él lo olvidaría.