Por Rubén Darío Píza Romano
A pesar del peligro mortal que padecemos por la amenaza de la pandemia, los políticos se interesan más por las próximas elecciones exponiendo la salud de sus seguidores, al reunir cantidades de partidarios en las diferentes regiones del Estado para la causa que representan, aprovechando la ignorancia o la esperanza de una vida mejor con las promesas ofrecidas a través de dádivas como despensas u otro regalo y ahora hasta ayuda económica.
Nuestro país ya no necesita de dádivas ni de políticos reciclados, chapulinescos y ahora camaleonescos que al llegar se enriquecen a costa de empobrecer al país y a los mexicanos.
Ahora que ha quedado al descubierto y publicado el desastre económico, político y social que por décadas el país y los mexicanos hemos sufrido, es urgente y necesario que el pueblo exija y participe en el cambio al escoger y seleccionar a ciudadanos honrados y de reconocida preparación y limpia trayectoria de honestidad y con espíritu de servicio que estén dispuestos a participar en el desarrollo de su municipio, Estado o del País, con responsabilidad para seleccionar colaboradores honestos y preparados, que no sean los recomendados o familiares, lo que ha sido muy común en los gobiernos.
Ciudadanos que aspiren a ser diputados, senadores, gobernadores, presidentes municipales o hasta Presidente de la República, deben de ser sometidos a un examen mínimo de Historia de México y de la Constitución Política del país, para conocer y tener bases legales y poder crear, derogar o abrogar leyes, como por ejemplo los Articulos 52,53, 54,56 y 59 de la actual Constitución que deben rectificarse.
Se ha publicado en diferentes medios de difusión del país que los diputados y senadores plurinominales deben desaparecer del Congreso por ser figuras anticontitucionales, ese término no existía en las diferentes Constituciones que ha habido a través de la historia de nuestro país; tal vez las inventaron para quedar bien con los diferentes partidos políticos, un regalo que no necesitan elegirlos a través de votos, y el pago con cargo a la Nación que significan miles de millones de pesos, muy buenos para construir hospitales, escuelas, carreteras y tecnificar el campo.
Por otro lado, reducir el número de partidos políticos a dos o tres porque finalmente vemos que hay coaliciones y el número de partidos que hay también ocasiona el mantenerlos, miles de millones de pesos al año, dinero que gran parte se va al caño de las propagandas y lo demás quien sabe.
Es un sueño todavía el hacer estos cambios porque quien debe hacerlos es el Congreso. ¿Se sacrificarían? Tal vez y debemos tener confianza que las nuevas generaciones de políticos honestos y que piensen en el bien del pais y su población y con ideas renovadoras logren extirpar el tumor maligno que que padecemos.
Por lo pronto debemos preocuparnos por sobrevivir, cuidar nuestras familias, vivir en armonía, cumplir con los protocolos recomendados y la responsabilidad es personal. QUEDATE EN CASA Y USA EL CUBREBOCAS.