Por Alba Luz Estrada
La escritora Stephanie Land, no sabía que la escritura terapéutica que llevaba a cabo durante los años más difíciles de su vida, se convertirían en una novela autobiográfica de grandes ventas.
Este otoño se estrenó la serie Maid ó Las cosas por limpiar, en Netflix, basada en dicha novela y rápidamente llegó a escalar al Top ten de preferencias en esta plataforma.
En dicha serie, se levanta la voz y se pone sobre la mesa los diferentes tipos de violencia hacia la mujer, en algunos capítulos se llega más allá: al final se dan los números de contacto para denuncias por parte de las víctimas y en otros casos, se lee en la pantalla sobre teléfonos de ayuda para personas víctimas de violencia intrafamiliar.
No es un hecho fortuito que se abra el debate sobre este tipo de maltrato hacia la mujer, ya que en Estados Unidos existen leyes estatales que omiten el abuso físico ya que sólo se castiga la violencia física si existen lesiones corporales visibles. Sin embargo, a pesar de las diferentes legislaciones, tan solo el hablar y exponer el tema como un hecho universal que violenta la vida familiar y los derechos humanos, ya es ganancia.
Stephanie Land muestra que para salir adelante, la mujer que decide huir de las agresiones, deberá contar con una red de apoyo para sobrevivir: albergues, guarderías, posibilidad de empleo remunerado; ya que por la urgencia del caso se abandona el hogar casi sin pertenencias o dinero.
Es importante señalar que la violencia familiar puede darse aún y cuando el agresor y la víctima no vivan en el mismo domicilio, e incluso puede darse fuera del domicilio.
Para ahondar un poco en el aspecto legal, tenemos que el Código Penal Federal, en su artículo 343 Bis, define la violencia familiar como:
“…Comete el delito de violencia familiar quien lleve a cabo actos o conductas de dominio, control o agresión física, psicológica, patrimonial o económica, a alguna persona con la que se encuentre o haya estado unida por vínculo matrimonial, de parentesco por consanguinidad, afinidad o civil, concubinato, o una relación de pareja dentro o fuera del domicilio familiar”.
Recientemente la Cámara de Diputados aprobó aumentar las penas de prisión que están previstas en el Código Penal Federal, por lo que hace al delito de violencia familiar.
De esta manera la reforma contempla que el artículo 343 Bis señala que: «…a quien cometa el delito de violencia familiar se le impondría de tres a siete años de prisión y perderá el derecho de pensión alimenticia. Asimismo, se le sujetará a tratamiento psicológico especializado».
Los códigos penales contemplan como tipos de violencia familiar:
Violencia psicológica: consiste en agresiones verbales o no, ejercidas sobre la víctima como por ejemplo: vejaciones, amenazas, insultos, manipulaciones, chantajes, entre otros.
Violencia física: se manifiesta en agresiones ejercidas por parte del agresor con su cuerpo o con algún objeto sobre la víctima como por ejemplo, pellizcos, golpes, puntapiés, jalones de cabello, bofetadas, heridas con armas, entre otros.
Violencia patrimonial: el agresor realiza conductas consistentes en la destrucción, daño o retención de objetos, documentos personales, bienes y valores, como por ejemplo, esconder el pasaporte, romper los títulos de estudio, quemar, rayar o dañar el automóvil de la víctima, entre otros.
Violencia económica: el agresor priva a la víctima de lo necesario para su supervivencia, por ejemplo, no proveer alimentos, no pagar los servicios del hogar, rentas, entre otros.
Violencia sexual: el agresor utiliza prácticas sexuales no deseadas por la víctima o bien se abstiene de realizar prácticas sexuales con la víctima, con el objetivo de dañar, controlar o manipular a la persona.
En una parte de la serie de televisión se hace hincapié en que la protagonista no reconocía como violencia física el hecho de que su agresor aventaba objetos cerca del cuerpo de la víctima, en medio de una pelea; o que daba golpes en las paredes durante las discusiones. Y sí, eso es violencia física.
La violencia doméstica o intrafamiliar afecta a quien la padece directamente y a quienes la viven de cerca como observadores (pueden ser los hijos) ya que se altera la tranquilidad de la vida diaria.
Si estás en una situación de violencia en tu hogar, no dudes en acudir a denunciar en la Agencia del Ministerio Público más cercana. Llama al 911 o acude a las oficinas de la Secretaría de la Mujer de tu municipio para solicitar asesoría.
25 de Noviembre Día Internacional de la No Violencia hacia la Mujer