El pasado jueves 08 de septiembre no fue común, desde las primeras horas de ese día se corría la noticia de que la reina de Inglaterra Isabel II estaba teniendo una rigurosa vigilancia médica… de eso, sólo tardaron horas para dar la fatal noticia de parte de la Corona informando que su Majestad Reina Isabel II había pacíficamente muerto a los 96 años de edad.
A partir de ese momento se dio un alud informativo en todos los medios digitales, electrónicos e impresos del mundo, desde las causas de su fallecimiento, su condición física que se le vio en su última aparición pública dos días antes de su muerte al ser visitada por la recién electa Primer Ministro de Gran Bretaña Liz Truss, hasta si el Príncipe Carlos sería el nuevo Rey o abdicaría de inmediato para que fuera su hijo Guillermo el nuevo monarca.
Pasará algo de tiempo para poder ver los efectos de la muerte de un personaje tan singular como lo fue la Reina Isabel II, ya que su reinado de 70 años logró bajo su liderazgo mantener estabilidad en la monarquía británica, pero también se menciona que pudiera ser el fin de la era Isabel II o estamos ante la posibilidad de ver el fin de la Corona…. Eso con el tiempo lo sabremos.
Ahora bien, al momento de darse a conocer la noticia del deceso de la Reina Isabel II, de inmediato en el ámbito local se nos vino a la mente cuando en 1983 la monarca estuvo de visita en México y llegó vía aérea a Acapulco, acompañada del Duque de Edimburgo Felipe, su esposo.
El presidente de México era Miguel de la Madrid Hurtado y el Gobernador de Guerrero Alejandro Cervantes Delgado
La visita de horas por Acapulco inició con su arribo en el aeropuerto para trasladarse en un recorrido por la Costera Miguel Alemán en un autobús descubierto, hasta llegar a el muelle y abordar el barco Britannia, para posteriormente acudir a una cena en el Fuerte de San Diego, banquete servido por la chef internacional
Susana Palazuelos. Susana Palazuelos en esa ocasión su cocina le brindó a la Reina picaditas, quesadillas con salsa molcajeteada, tacos de pollo con guacamole, sopa de flor de calabaza con rajas y elotitos, tamalitos de Oaxaca pequeñitos y una langosta con mayonesa de aceitunas, huevo relleno con caviar, tomate con ensalada rusa y, de las sierra unas piñas con sorbete de Grand Marnier, según narró la propia Chef a un medio de comunicación.
La anécdota de la visita monárquica es que se bautizó como el Parque de la Reina donde está la actual Terminal Marítima en honor de Isabel II, por haber recorrido ella esa zona durante su estancia en Acapulco.
Los acapulqueños de aquella época aún recuerdan la cálida recepción que se le hizo a la finada Reina de Inglaterra, su sencillez que demostró en el recorrido por la Costera Miguel Alemán y en las recepciones que se realizaron en sueño porteño.
Treinta y nueve años después de su visita a Acapulco su Majestad Isabel II habría fallecido. Descanse en Paz. ¡¡ Dios Salve a la Reina !!