Por Alejandro Boucabeille*
Del sábado dos al domingo tres de mayo se llevó a cabo una competencia virtual de Spartan Races llamada “The Unbreakable 24” (Irrompible 24), en la cual participaron 700 atletas de 32 países. Por la pandemia global que estamos viviendo todo el evento se transmitió a través de los canales de Zoom y YouTube. Los deportistas participaron en este reto tanto físico como mental desde sus hogares.
¿Qué significa entrenar durante más de 24 horas? ¿Puede el cuerpo estar en movimiento extremo más de un día? Preguntas que cualquier persona se haría, incluso todos los espartanos que participamos en este primer evento de este tipo. Aprovecho este espacio para comentarles algunos de mis aprendizajes y sobre todo cómo llegue a participar y amar estas “Challenges”.
Desde niño fui una persona muy deportista. Pasé como muchos por varios deportes: futbol, atletismo, karate, después Judo y otros tipos de artes marciales, algo de gimnasio, ciclismo, rugby y basquetbol. Hace aproximadamente 3 años, al final de mi estancia en Buenos Aires, empecé nuevamente hacer ejercicio de una forma más seria, con más compromiso y constancia. Llegando a México y viviendo en ese momento en San Cristóbal de las Casas, comencé con ejercicios con mi propio peso, Tabata y CrossFit. Es interesante que la última disciplina la había conocido unos años antes pero que no me había brincado la chispa.
De niño siempre soñé con ser un hombre fuerte tanto física como mentalmente. Quería estar “marcado”, tener una gran resistencia y poder atacar cualquier obstáculo que estuviera frente a mí, ya fuera en el deporte como en cualquier otra área de mi vida: negocios, mis relaciones, dificultades en la vida y todo lo que viene incluido en este hermoso paquete que es nuestro relativamente corto viaje por el planeta.
Llegue a Acapulco y me invitaron a un box (Gym de CrossFit) me gustó tanto, que a menos de dos meses ya veía mucho progreso y aparentemente también mis peers, pues a parte de preguntarme de dónde sacaba tanta energía, cómo me recuperaba tan rápido y porque entrenaba tan duro, me invitaron a formar parte del equipo que participaría en una carrera de obstáculos llamada “Spartan Race”. Las desconocía. Ya había realizado algunas experiencias anteriormente en competencias como maratones y carreras Trail, pero mi primer pensamiento fue: wow…es tan caro participar en esta carrera en la que me daré una chinga y para qué…no le tengo que demostrar a nadie que sí puedo…Se entendía – mi relación con el dinero, pero finalmente me decidí participar y no me arrepentí. Al contrario. Participé en todas las distintas carreras del año, porque aprendía mucho. No solo del deporte en específico, sino acerca de la vida, de la importancia de la disciplina y preparación, así como también acerca de mí mismo. Siempre tenemos excusas, la mente no quiere dejar su zona de confort y sale con cualquier cosa que te detiene acercarte a tu mejor versión, a crecer, a vivir tu potencial. Me sorprendió que quedé en 8avo. lugar sin ninguna experiencia en estas carreras. Fui el más rápido de mi equipo de más de 15 atletas con mucha más experiencia y tiempo metido en esto del deporte de alto impacto. Eso me motivo. En los próximos meses participé en muchas más con excelentes resultados e incluso lugares en el podio. Pero eso es otra historia, una historia de dedicación y trabajo. Regresamos al evento de las 24 horas.
Como atleta de alto rendimiento sabía mas o menos lo que me esperaba. Una chinga como dicen en mi querido Acapulco. Moretones, casi nada de tiempo para echarme una siesta reparadora de diez minutos, dolores en todo el cuerpo, la necesidad no sólo de desvelarme sino que retando mi cuerpo…Todo empezó a las 3 pm EST (2 pm México y 9 pm Austria) con un ejercicio de treinta minutos, organizado por los hijos y nietos del fundador de Sparta, Joe de Sena. Después pasamos a la carrera Sprint. Antes de correr los 5 km (20 km en bici o siempre con otras alternativas como remar, saltar la cuerda, nadar etc.) tuve que realizar en promedio 15 repeticiones de 20 ejercicios como las famosas Burpees, sentadillas, lagartijas y más. “Esto apenas comienza”, me decía a mi mismo. Pues no solo era una carga pesada, sino que también tenías un tiempo limitado. Si no lograbas los objetivos, no guardabas tus logros a través de un Smart watch o te salías de la transmisión en vivo –si ya no te veían en el zoom-, te descalificaban. Tan rápido y duro era
Seguimos con el Super: los mismos 20 ejercicios más 5 más y 10 km de correr (40 de bici etc.). Después seguía el Beast (la Bestia, ya sé porque se llama así): los 25 ejercicios anteriores más otros 5 y 21 km de correr (o 84 en bici etc.). Esto no se acaba acá, ni ha comenzado. Ahora venía el Ultra. Los 30 ejercicios más 50 km correr (o 200 km en bici etc.). Para el último segmento teníamos 8 horas. Terminando esto una pequeña pausa de 15-30 minutos para hidratarnos, comer o ir al baño. Seguía con una media hora de bici con un ritmo muy alto. Nos dirigía un atleta desde Costa Rica, el fundador de la carrera “La ruta del conquistador”. Terminando esto, nos esperaba el “Hurricaine Heat” por 90 minutos. Diferentes ejercicios de coordinación, físicos como cargar una mochila con piedras, los ojos cerrados y transportar agua con una pequeña cuchara de un lado al otro en posición de oso. Seguían descalificando. Concluyendo, llegamos a la ultima actividad de 6 horas o más, según lo que duráramos, eso después de 20 horas de entrenamiento militar. En estas 6 horas no había pausa, no se permitía tomar nada, teníamos que seguir con esta parte llamada “Death Race” (Carrera de la muerte).
Para animar al lector no hablé de todos los retos por los que tuvimos que pasar, pero quiero mencionar uno en específico: quedarte por mucho tiempo en posición de lagartija (plank) y después realizar lagartijas, cada vez que nos encontrábamos en el suelo teníamos que comer un pedazo de una cebolla entera, repetir esto lo más rápido posible hasta terminarla fue pesado. Vomitar estaba prohibido, si lo hacías, te descalificaban. Esto siguió…llegué a ser parte de los últimos 50 atletas. Por un error en una tarea se me descalificó. Me perdí las últimas 2.5 horas, pero entrené casi por 22 horas. Después de más de 110 km en bici, 45 km corriendo, más de 15.000 saltos de cuerda, más de 200 burpees, 200 push-ups y más me pregunto:….¿Qué aprendí?
- Siempre puedo más de lo que creo -Si enfoco mi fuerza y energía, me sorprende lo que soy capaz -Crear comunidad siempre apoya.
- Estar atento y escuchar a lo que dice la gente. Siempre y en todas las áreas y momentos de mi vida.
- Nunca rendirme. Me hace sentir tan orgulloso.
- Confianza en mí mismo. Creer que puedo y dar el primer paso. Con eso ya avancé mucho.
- Atreverme. Soñar en grande. No me conformaré con lo pequeño y cotidiano.
*Mtro. Alejandro Boucabeille por la Universidad Innsbruck, Austria. Escritor, Conferencista, Docente, Pensador, Traductor, Activista, Coach, Emprendedor, Viajero, Guia, Atleta e Inventor