Autora: Cecilia Elizabeth Mosso Lomelí
Ayer era día de fiesta
pues se encendieron las luces
en las casas tan risueñas
que parecían agridulces.
Tan dulces como palabras
con deseos maravillosos
que llenaban de gran gozo
a nuestros ojos llorosos.
Con pañuelos de esperanza
que con fe se elaboraron
para enjugar las penas
que nuestros ojos lloraron.
Dando paso a la hermandad
a la dicha por estar
por vivir en libertad
con salud y como hermanos.
De pronto todo acabó
esas luces se apagaron
más si la esperanza existe
nuestro sueños no acabaron.