Por Edarty Ramírez
“Hoy se cumple un año desde que la depresión huracán Otis, comenzó su travesía hacia Acapulco, culminando con perdidas millonarias el pasado 25 de octubre.
Fue un hecho histórico su rápida formación que no permitió evacuar a la población, que tristemente vivió en carne propia la desesperación del infierno vuelto aire.
Fue tanto el dolor impartido, que repercutió en la sociedad hasta volvernos animales abrumados por el terror y la incertidumbre. Sacando lo peor de nosotros, destruyendo nuestro propio puerto ya destruido, lleno de tierra, lodo, basura y cachivaches que alguna vez fueron hogares, puestos, tiendas y carros.
Con el miedo de haber perdido a un amigo, a un familiar o un conocido. Llorando lo que se construyó con tanto esfuerzo, Buscando la subsistencia, queriendo recuperar el pasado que míseramente regresaba a los pensamientos para burlarse de nosotros y hundirnos más en el embustero presente.
Deseando escapar…
Deseando algo mejor…
Deseando una luz cálida en ese mar lleno de desdicha y desgracia…
Recordando que también somos humanos, que necesitamos ayudarnos. Tendiendo una mano, alegrándonos de las pequeñeces, disfrutando de las fortunas, de los reencuentros, de la vida. Sorprendiéndonos por la fuerza que se nos brindó, que nos levantó para seguir continuando en la desolación. Regresando a casa, tal vez sin comida, pero si con quien te aprecia y se alegra de tu regreso. Jugando como antes de que llegara la tecnología. Conociendo a tu vecino, a un extraño.
Escuchando historias sorprendentes de una señora que su árbol la protegió del feroz viento, al derrumbarse de lado creando una barricada. Al idiota de tu amigo que, en la intemperie, con seis borrachos se pusieron en una pared en fila india para crear una barrera, para luego ser rescatados por un buen hombre de buen corazón que al verlos a través de su ventana, en pleno desastre le abrió la puerta. Entristeciendo con la perdida de varios amigos en la altamar. Llorando por la pérdida de una familia desconocida que quedó bajo su casa.
Perdiendo, a una hermana que decidió irse…
Aceptando que la vida, no es lo único que se puede velar…
Aceptando el presente y buscando el futuro…
Anhelando algo mejor.
Anhelando la felicidad y la paz.
Anhelando que algo como aquello no vuelva a ocurrir. “
Relato corto de @Edarty Ramirez
Fotos de @Edarty Ramirez.