Por Rubén Darío Píza Romano
Después de visitar el interesante Museo Afromexicano en Huehuetan, nos dirigimos hacia Marquelia, municipio que cuenta con una gran riqueza de atractivos turìsticos, uno de los cuales es la Barra de Tecoanapa, situada a unos cuantos kilómetros antes de llegar a Marquelia.
Llegamos a la desembocadura del río Quetzala donde se origina un hermoso estero y manglar con una variedad de vistosas aves, lo que permite hacer un recorrido en lancha por los diversos canales y bañarse en las cálidas aguas marinas, disfrutando de una extensa playa de blanca arena para después degustar de una deliciosa comida a base de frescos mariscos.
De regreso a Marquelia, hospedarse en uno de los diversos hoteles con que cuenta la población y al siguiente día visitar otra de las varias y bonitas playas como Las Peñitas y disfrutar de un bello amanecer y aprovechar las dos pequeñas bahías con oleaje manso para disfrutar del día en sus cálidas y mansas aguas culminando con deliciosa comida.
Queda pendiente visitar en otra ocasión otras playas como la de Tortuga también con una variedad de atractivos naturales entre ellos la observación de la llegada de tortugas a desovar en la playa que se convierte en un hermoso espectáculo. Es necesario disponer de más tiempo para conocer y disfrutar de estas hermosas playas.
Unos minutos después de salir de Marquelia hacia Acapulco, entramos por una desviación y llegamos a una zona donde se produce la sal. Es todo un atractivo observar cómo los trabajadores organizan las salinas para llenarlas con agua de mar y moverla hasta que se convierte en granos de sal para venderla a granel o embolsarla. Es interesante y cansado el trabajo que estas personas realizan y valorar el esfuerzo que emplean.
Después esta interesante visita, nos dirigimos hacia Playa Ventura en el Municipio de Copala; pero será en la siguiente ocasión. Por lo pronto y como es la tradición preparemos nuestros altares con sus respectivas ofrendas y esperar las almas de nuestros seres queridos que ya se nos adelantaron en nuestro hogar solo con la familia que vivimos, porque así se requiere por seguridad.