Para nadie es extraño que desde hace varios años el ambiente político primero, luego el social se ha ido enrareciendo, crispando, de tal forma que la tensión ha logrado un caldo de cultivo nada agradable para la paz social que tanto requiere nuestro país.
Con ese discurso hemos llegado hasta estas fechas, en las que no hay día que no se genere una información, declaración, controversia en la que unos ataquen a los otros. El ambiente de confrontación y división es real.
Esa situación beneficia a ambos lados. Quienes tienen el poder y los que lo perdieron. En medio está una sociedad que día a día es sacudida con una sobresaturación informativa, que al igual que los millenials, a veces no alcanza a descifrar y comprender en su totalidad, pero tiende a reaccionar de acuerdo a sus propios intereses o creencias, lo cual se convierte en una decisión muchas veces irracional.
Y de lado quedan los asuntos torales, que tanto afectan a la sociedad, pero que con el trajín informativo cotidiano no son debidamente analizados. No obstante que los viven a diario el ciudadano. Cómo cuáles temas? Pues primero que nada el de la inseguridad, segundo la contracción económica que ya se resiente en el bolsillo popular y en tercer lugar la tensa relación con el sector gubernamental en todos los niveles.
Por ello, la demanda social más urgente debiera ser pedirles a los actores políticos más cordura, mesura en sus conductas públicas, que dejen de lado la denostación, descalificación como instrumento para evadir responsabilidades y mejor demostrar con hechos contundentes que se está trabajando por el bien común.
El tema de la extensión ilegítima del mandato para gobernador del estado de Baja California, que el Congreso de esa entidad otorgó al ejecutivo recién electo de dos a cinco años de gobierno, muestra esa doble cara del supuesto representante popular, añadiéndole un triste aire autoritario digno de los mejores tiempos de la imposición gubernamental en conformidad a caprichos personales. Y sobre todo metiendo el tema de la reelección en el colectivo.
EN CORTO.- NIEGAN PUENTE A DISCAPACITADOS.- De manera tradicional el CRIT Guerrero organiza una especie de curso de verano con los niños que son atendidos durante el año en sus instalaciones, con el fin de darles recorridos, montar alguna obra incluyente y llevarles esparcimiento, recreación y diversión que tanta falta les hace en sus vidas.
El pasado miércoles 24 de julio se programó un recorrido -para un grupo de aproximadamente 60 niños discapacitados, más el staff y jóvenes voluntarios que apoyan en este periodo vacacional- por el Fuerte de San Diego, ya lo habían hecho en años anteriores.
Tradicionalmente bajaban de los camiones en que se transportan en el puente que conecta de la costera Miguel Alemán al Fuerte de San Diego -pensado para los turistas que arriban en Cruceros en la Terminal Marítima-, la sorpresa fue que esta ocasión les negaron el acceso, nadie salió a darles una explicación, simplemente no les permitieron usarlo.
Así que tuvieron que llevarlos hasta las escalinatas ubicadas frente al parque de la Reina y de ahí subir a los niños discapacitados cargándolos a ellos y a algunos con todo y sus sillas de ruedas. Una triste imagen se dejó ver ese día.
Aunque por otra parte una gran felicitación a los directivos del CRIT, Staff y Voluntarios que no se dejaron vencer y con todo el esfuerzo lograron que esos niños conocieran, recorrieran el histórico Fuerte de San Diego. Siempre serán más los que crean y apoyen el bien común que la cerrazón. fernando@acaclub.com