Autora: Cecilia Elizabeth Mosso Lomelí
Suspiro cuando lo veo
tan jovial y distraído;
no sabe cuanto lo quiero
pero sé que está conmigo.
Lo observo desde un balcón
cada vez que se despide
sin saber que un suspiro
le dice que no me olvide.
Le envío cartas de amor
todos los días de mi vida
suspirando con pasión
como madera encendida.
Todas las noches lo sueño
aunque lo tengo a mi lado;
lo abrazo con un suspiro
porque siempre lo he amado.
Aunque han pasado los años
han parecido un suspiro,
es que amándonos siempre
nuestros sueños se han cumplido.